La felicidad no viene por cosas externas, viene
de la forma como nos relacionamos con las cosas externas, cómo las percibimos,
las procesamos y reaccionamos ante ellas.
Por ello la importancia de trabajar en nuestra
mente, en nuestra forma de percibir y procesas las cosas, manteniendo una mente
y sentimientos claros para poder ver con amor, verdad y bondad las experiencias
que nos toquen vivir, para discernir adecuadamente y tomemos decisiones que nos
guíen a la energía de la felicidad. De esta forma, es importante mantener una
mente virtuosa.
Mantener una mente virtuosa, es mantener una mente
que funcione de manera natural de forma bondadosa, inteligente, empática y esto
conlleva a que atraiga la energía vital de la felicidad, para ello debemos
actuar con sabiduría, claridad de mente y voluntad.
Se dice que cuando una mente es virtuosa no busca
la fortuna y sin embargo la atrae, no busca el reconocimiento y sin embargo es
reconocido y esto es porque dá sin buscar recibir. La mente virtuosa se toma su
tiempo antes de tomar una decisión y siempre ve con compasión y amor.
Una mente virtuosa es una mente agradecida y positiva.
De esta forma, si queremos que la energía de la felicidad siempre esté presente
en nuestras vidas, trabajemos en nuestra mente y tengamos pensamientos buenos,
sostengamos la fé en los días de tormenta y tengamos la humildad en aceptar la experiencia
que nos toca vivir, pues manteniendo una mente virtuosa las cosas buenas siempre
llegarán a nosotros.